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sábado, 11 de mayo de 2013

Gastronomía Española



La gastronomía de España es una variada forma de preparar platos, que se ve enriquecida por las aportaciones de las diversas regiones que componen el país. Cocina que oscila entre el estilo rural y el costero, con mucha diversidad fruto de muchas culturas, paisajes y climas. La cocina española está influida por los pueblos que conquistan su territorio, así como de los pueblos que posteriormente coloniza. 

Fue durante muchos siglos desconocida en Europa. Es entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX cuando cobra una identidad nacional, fundamentada en los diferentes platos y técnicas culinarias propias. Todo este conocimiento culinario sale a la luz gracias a la aparición a comienzos del siglo XX de escritos especializados en gastronomía capaces de ensalzar y alabar sus platos, de investigar en su historia y origen.

En la cocina española actual conviven dos realidades: la cocina clásica y popular fundamentada en la tradición, y la cocina actual que emplea las más novedosas e ingeniosas técnicas de cocina de autor, con cocineros que han alcanzado fama internacional reconocida. Algunas formas de comer típicas de las regiones españolas se han internacionalizado, tal y como pueden ser las tapas. Entre los ingredientes españoles cabe mencionar los quesos que son de gran variedad, fruto de una actividad agrícola milenaria. También destaca la gran variedad de vinos, habiendo alcanzado algunas de sus regiones vitivinícolas fama y reconocimiento internacional. 

Apenas se sabe como se cocinaba en la Península Ibérica antes de la llegada de los romanos. Existen algunas indicaciones culinarias prehistóricas, esbozadas en forma de ingredientes cárnicos procedentes de la caza y que pueden verse representados en la Cueva de Altamira. Se sabe que con la llegada de nuevas civilizaciones tempranas de origen griego a la península, se introdujeron ingredientes como el olivo y la vid, aunque su cultivo no se extendió hasta la llegada de los romanos. 

La conquista de Hispania, que comienza con la entrada de las legiones romanas de Escorpión en la Península Ibérica, proporcionó el conocimiento culinario, por primera vez, del ajo y una mejora en los usos del aceite de oliva. A los romanos les gustaban las comidas opulentas, copiosas y es de suponer que a los hispanos de aquella época también. Hispania proporcionó al Imperio romano nuevos sabores para su cocina. 





En aquella época eran muy conocidos y apreciadas las coles, consideradas una panacea para diversos males. Otras verduras muy apreciadas eran los cardos y la cebolla, muy utilizada. En la Hispania romana tenían gran prestigio los jamones de Pompaleo (Pamplona), cuyos habitantes, gracias a la exportación de productos de cerdo, llegaron a tener una economía saneada. Es casi seguro que en aquella época ya se consumía lentejas, ya que fue el plato preferido del ejército, por la facilidad de conservación y transporte. También eran usuales las habas: en las Saturnales, fiesta en honor a Saturno, se usaban para elegir al rey de la fiesta, costumbre que se cree habría dado origen a la contemporánea de esconder una en el roscón de Reyes. 

Los pueblos visigodos no representaron un cambio aparente en las artes y costumbres culinarias que dejaron los romanos en la Península. El cambio vendría en el año 711, cuando tropas musulmanas compuestas por árabes y bereberes cruzaron el estrecho de Gibraltar. Con este nuevo período se introdujeron no solo nuevos métodos de cocina, sino que también nuevos ingredientes procedentes de Persia y de la India. 

La cocina de al-Ándalus tenía como ingredientes habituales el arroz, el sorgo, el azúcar de caña, las espinacas, la berenjena, la sandía, el limón, el melocotón y la naranja. Es posible que el arroz ya se cultivase en España con anterioridad a la llegada de los musulmanes, pero son los avances introducidos por éstos y la demanda de una nueva dieta lo que hace posible cultivarlo en grandes cantidades. Otro de los ingredientes introducido en la cocina española son las almendras. Es habitual que los platos españoles actuales posean algunas raíces árabes de la época andalusí. Esta influencia árabe en la cocina española se transmitió posteriormente a algunas preparaciones culinarias de las cocinas latinoamericanas. 

La cocina medieval española tras el fin del período andalusí posee una variedad de preparaciones, pero además Gerardo de Cremona y Arnau de Vilanova, publican en 1160, uno de los primeros libros de nutrición conocidos en occidente, titulado Regimen sanitatis. Durante los siglos XVI y XVII el consumo de carne de cerdo y vino fue el elemento diferenciador de la sociedad española para distinguir a los cristianos nuevos de los auténticos. 

El Descubrimiento de América en 1492 inicia el advenimiento en tierras españolas de nuevos elementos culinarios que modificarían no solo los hábitos culinarios españoles sino también los europeos. La cocina española recibe de las Indias diversos ingredientes como el tomate, la patata, el ají o pimiento, el pimentón y el cacao o chocolate. Este último causó furor en la sociedad española de los siglos XVI y XVII, siendo en España donde se mezcló por primera vez con azúcar para eliminar su natural sabor amargo. Otros ingredientes viajaron hacia las Américas, como el arroz, la vid, el olivo y gran parte de los cereales. 





A mediados del siglo XVI entró el tomate en tierras españolas procedente de los aztecas, siendo Castilla el primer paso de entrada al resto de Europa, debido al monopolio que poseían sobre el transporte de productos provenientes del Nuevo Mundo.La primera referencia al cultivo de tomate en España data de 1777. Aparecen igualmente en 1608 documentos en forma de lista de compras para el Hospital de la Sagrada en Sevilla, que indican la presencia de tomates y pepinos  para la elaboración de ensaladas. Entre 1645 y 1646 el pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo realiza una obra titulada La cocina de los ángeles en la que se muestra la preparación de un plato con tomates. 

La aparición a finales del siglo XIX de algunos escritores y estudiosos de la cocina española, con el objeto común de ensalzar y de recuperar su prestigio, fue un denominador común. Uno de los primeros fue Mariano Pardo de Figueroa y su colaborador, José Castro y Serrano. Ambos fueron defensores de las raíces culinarias tradicionales, siendo los primeros en hablar de la cocina española como un conjunto. A comienzos del siglo XX otros autores (Dionisio Pérez Gutierrez y Teodoro Bardají Mas) defendieron la nomenclatura española de los menús, haciendo que se abandonase la influencia francesa de los siglos anteriores. Sus estudios rescataron del olvido platos de origen español que figuraban como franceses. Estos autores pronto generarían una conciencia que influenciaría a otros autores a la publicación de recetarios de cocina española. Algunos de ellos colaboraron en la fundación de numerosas publicaciones periodísticas dedicadas a la gastronomía española. La cocina española moderna abarca nuevos conceptos y se internacionaliza, bien sea con la llegada de millones de turistas al año, al reconocimiento del prestigio de ciertos cocineros, o a la aparición de restaurantes en las capitales del mundo. 

Es característico de la cocina española tradicional que se alabe, a veces más, a un cierto ingrediente en concreto que a una preparación culinaria. De esta forma resulta natural que se alabe a un pescado de una costa específica, a un jamón de cierto lugar, a un garbanzo de un cierto pueblo, etc. Esto hace que muchos platos y preparaciones posean la denominación del lugar de donde proceden los ingredientes de la mejor calidad. La variedad del clima español hace que se pueda dar un gran abanico de diferentes verduras, cereales, hortalizas y frutas. Esta variedad puede notarse en las diferentes cocinas regionales españolas. 

Pocas preparaciones reúnen tanta diversidad en la cocina española como el cocido, denominado antiguamente olla. Una de las técnicas culinarias más extendidas en la mitad norte es el asado, que en el interior se elabora en hornos, y que en la costa se traduce en su homólogo sobre pescados. El asado en cazuela de barro es una práctica castellana muy habitual. El embutido en sus diferentes versiones es una preparación habitual en toda España. 





En muchas de las cocinas regionales se utiliza la fritura de los alimentos en aceite de oliva hirviendo, aplicado tanto a carnes como a pescados. Es frecuente que la cocina clásica emplee recipientes de barro no solo para cocinar, sino también para servir los platos (cazuelas). Una de las preparaciones clásicas de la cocina española es el sofrito, empleado en diferentes platos tradicionales. Otro preparado típico en algunas zonas del norte es la pepitoria y el chilindrón, originario de Aragón y que se propagó por la zona noroeste de la Península. 

Existe una gran afición por las verduras encurtidas, en especial por las aceitunas, que están presentes en la mitad sur española en casi cualquier aperitivo informal, aunque cabe destacar también a las berenjenas, los ajos, las cebollas y los pepinillos. El encurtido español posee un fuerte sabor a vinagre. Dentro de las preparaciones con vinagre se encuentran los escabechados de pescado y aves. Otra preparación habitual es el adobe en pimentón. Entre las salsas se encuentra la mahonesa, el alioli, el ajo arriero, el ajo cabañil y el atascaburras

En el terreno de la comida informal es muy popular en todo el territorio el bocadillo, una especie de sándwich elaborado con pan de corteza dura. Este bocadillo es tan habitual que se presenta en una variedad de formas y contenidos en los bares, siendo los más populares los de tortilla española, el pepino de ternera, el bocadillo de calamares madrileño, etc. Algunos de ellos se elaboran con ingredientes simples, como ser el queso, el chorizo y el jamón, entre otros. 

La variedad de postres y de dulces en la cocina española es comparable a la diversidad de platos existentes. Es muy habitual que cada región posea un postre tradicional que emplea una fruta o condimento típico de la zona. Son muy populares las rosquillas, las pastas castellanas y los pasteles elaborados con hojaldre. La época  analusí ha dejado numerosos dulces de aspecto árabe en la zona sur del país, como los mazapanes, los turrones y los alfajores. Algunos están vinculados a festividades religiosas cristianas, como el roscón de Reyes o los dulces navideños. El chocolate se emplea en larepostería española como bebida, siendo su empleo en repostería una influencia externa. 




Entre las bebidas no alcohólicas más populares que se ha tenido desde el siglo XVI en España está el chocolate en taza, si bien esta popularidad ha ido cediendo desde comienzos del siglo XX en favor del café, restringiéndose actualmente a las chocolaterías que sirven el popular chocolate con churros y a fiestas tradicionales. Entre los refrescos más populares está la gaseosa La Caserta (un refresco azucarado), que suele mezclarse con vino y otras bebidas en los meses más calurosos del verano. En muchas ocasiones la horchata, procedente del Levante, se emplea también como refresco. En los meses de verano suele ser muy habitual el consumo de granizados y sorbetes, aunque poco a poco se están imponiendo los refrescos de cola, que suelen servirse con una rodaja de limón  dentro del vaso. En el sur de España, aun siendo un plato, se consumen también las sopas frías, como el gazpacho y el ajoblanco. 

Una de las bebidas alcohólicas que más caracterizan la culinaria española es el vino, diferente según la región, que fue introducido en la Península por los fenicios. Otras bebidas fundamentadas en alcohol son el ron, los anises de Chinchón y los aguardientes (empleados como cortesía en los restaurantes en forma de chupitos y empleados antiguamente como desayuno). 


  • Cerveza: El consumo de cerveza es relativamente reciente en la sociedad española, empezando solo desde finales del siglo XIX, creciendo su consumo en aceptación desde entonces. De comienzos del siglo XX datan las primeras industrias cerveceras en España, época en que la cerveza se encabezaba (fortificaba), con el fin de que conservase sus propiedades durante los calurosos meses de verano.
  • Vinos de España: El vino es una de las bebidas alcohólicas que más aceptación ha tenido tradicionalmente entre la población española. Es clásico servirlo en recipientes como una bota (o en un porrón, versión en cristal), que permite compartir un cierto volumen de vino entre varios bebedores. El vino suele ser tinto, en la mayoría de los casos, la variedad de uva más tradicional es el tempranillo y suele acompañar a las comidas o al tapeo. El sur de España posee una larga tradición de vinos generosos, como el jerez y la manzanilla. Una bebida a base de vino que se ha popularizado hasta el extremo de ser demandada por los turistas es la sangría, además del tino de verano en algunas regiones.
  • Cava: Este término se aplica a vinos espumosos elaborados por el método tradicional, siendo originario de la región de Penedés catalán. Su elaboración se ha extendido a lo largo del territorio nacional, hasta el punto de existir diversas regiones españolas acogidas a la denominación de origen. El consumo de cava sufre un pico estacional en las celebraciones navideñas.
  • Sidra: En las regiones de la cornisa cantábrica (norte de España), se elabora una bebida fermentada de manzana denominada sidra. La primera mención a esta bebida se debe a Estrabón (siglo I), que mencionó la bebida de los astures, llamada zythos (aunque los especialistas no se ponen de acuerdo si se trata de sidra o de cerveza). Las sidras se beben en ritos, como la escancia, y suelen servirse en sidrerías.


sábado, 17 de noviembre de 2012

Chocolate con churros



El chocolate con churros es un plato típico de la gastronomía de España difundido en países como México, Argentina, Chile, Uruguay y  Venezuela desde hace más de un siglo. Se consume como desayuno a horas muy tempranas y en algunas ocasiones se sirve como merienda. Es un alimento típico de España, que se toma frecuentemente durante los meses fríos de invierno. Este desayuno es un contraste de sabores equilibrando la dulzura amarga del chocolate mezclada con los aromas salados y aceitosos del crujiente churro que hacen una pareja ideal.

La introducción del chocolate en las costumbres culinarias españolas fue inmediato, comparado con la de otros ingredientes traídos de América y su popularidad y aceptación en todos los estamentos de la sociedad española alcanzó niveles muy elevados a finales del siglo XVI. Desde su comienzo el chocolate fue considerado por los españoles como una bebida, concepto que permaneció vigente hasta principios del siglo XX.

Desayunar con churros en Madrid se remonta casi a comienzos del siglo XIX, es muy posible que el churro fuera dado a conocer en las ferias ambulantes que rondaban frecuentemente por la capital. La popularidad del churro como desayuno fue creciendo hasta ser altamente popular debido a su bajo costo, por aquel entonces se lo conocía por el nombre de fruta de sartén. Por otra parte, el chocolate tiene una historia más larga, cuya invención y nombres nos remontan a México y sus culturas prehispánicas, el chocolate es un derivado del cacao, originario también de México, donde, en su momento fue moneda de uso corriente entre los pueblos precolombinos de Mesoamérica. Se desconoce el instante exacto entre el siglo XIX y comienzos del XX en el que se inventa esta pareja de desayuno, aunque algunos sostienen que pudo haber "nacido"en torno al año 1920, fue sin dudas la sabiduría popular que indicó la forma espontánea de este emparejamiento. 

Se denomina chocolate con churros, indicando que el chocolate caliente se sirve en una tacita de porcelana acompañado de un plato con churros recién hechos. Dependiendo de los recintos donde se sirve, se suele acompañar al plato de churros con un sobre de azúcar, a fin de poder espolvorearlo, y una jarra de agua fría para apagar la repentina sed que aparece tras haber tomado este desayuno. Al churro se lo puede servir tanto fío como caliente. 




El chocolate con churro es, aparte de un desayuno y/o merienda, un acto social. Se suele tomar sentado en las mesas de mármol, si es desayuno se toma como una oportunidad de conversación con el vecino, si es merienda con una reunión planeada. Suele ser el ingrediente secundario del famoso Roscón de Reyes de Navidad. En algunos países como en Cuba, tal como en España a finales del siglo XVIII se asocia a un alimento servido durante los "Banquetes velorios".

Por su parte los churros son una comida de las denominadas frutas de sartén, muy difundidas por países como Argentina, España, México, Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, Perú, República Dominicana, Costa Rica, El Salvador, Venezuela, Cuba, Portugal, Panamá, Francia y Brasil. La forma puede ser recta o en forma de lazos. Pueden estar rellenos con chocolate, crema pastelera o dulce de leche, y rebozadas con azúcar. 

  • En España, en partes de Valencia, Andalucía, Madrid, Canarias y Cataluña, además de los churros se hacen las ruedas o porras, producto frito en forma de espiral más grueso que los churros. En Madrid son típicos los churros en lazo que antiguamente se servían insertados en un junco. La costumbre de desayunar chocolate con churros es especialmente popular en Año Nuevo, en la madrugada del 1 de enero. 
  • En México los churros son más gruesos y se les espolvorea canela, se pueden encontrar rellenos con chocolate, vainilla y cajeta, se los considera un postre, aunque también se ofrecen simplemente azucarados. El chocolate con churros es disfrutado en el desayuno y en la merienda, aunque se los consume generalmente a cualquier hora. 
  • En Argentina son comunes rellenos en dulce de leche bañados en chocolate o en ambos.
  • En Uruguay son comunes los churros rellenos de dulce de leche o crema pastelera y espolvoreados con azúcar. En ciertas zonas se las vende en puestos callejeros, donde son preparados a la vista del público.
  • En Panamá son muy comunes, sobre todo en el interior del país y normalmente vienen muy espolvoreados de azúcar y con un relleno de "manjar blanco" (nombre con el cual se conoce el dulce de leche), leche condensada o chocolate.
  • En Brasil los churros son popularmente vendidos en las calles y se les espolvorea azúcar y canela. Son más gruesos y generalmente también vienen rellenos de dulce de leche, aunque son más populares aquellos rellenos con chocolate, goiabada, leche condensada, coco y otros rellenos. 




  • En Colombia se los consume solos y espolvoreados con azúcar. Se consumen calientes y recién hechos, en forma de círculo. También se pueden encontrar en forma gruesa, lineal, el tamaño varía y pueden estar rellenos o no, por lo general se rellena con arequipe o bocadillo.
  • En Chile generalmente se compran en puestos en la calle y se espolvorean con azúcar flor (o azúcar impalpable). También los hay rellenos con manjar (dulce de leche), aunque los más populares son los primeros que se consumen calientes, recién hechos, al paso. 
  • En Estados Unidos se encuentran en circos, parques de diversiones y otros festivales. 
  • En Francia se venden bajo el nombre de churros o chichis.
  • En el Perú los más populares son los churros rellenos con dulce de leche espolvoreados con azúcar que se expenden en churrerías en el centro histórico de Lima, aunque también se los puede rellenar con café, fresa, chocolate y lucuma. En el distrito de Breña es habitual encontrar churros en forma de espiral  y de ángulo que son muy populares a la salida de las instituciones educativas.
  • En República Dominicana los churros se compran en pequeños puestos en la calle o panaderías y se venden espolvoreados con azúcar o relleno con algún dulce como mermelada de fresa, chocolate, dulce de limón, dulce de leche, bavaria o nutella.
  • En Puerto Rico es habitual toparse con un carrito rojo en las plazas donde concurre mucha gente por las tardes. Su elaboración suele ser a la usanza española.
  • En Venezuela es muy común encontrar tiendas de comida rápida especiales de churros. Se suelen acompañar con arequipe, canela, chocolate y azúcar.También existen los famosos churros rellenos, más gruesos y rellenos con cremas.
  • En Costa Rica suelen venderse en ferias populares, en ocasiones especiales se consiguen churros salados.
  • En El Salvador son muy populares en las ferias y en las fiestas patronales. A diferencia de las demás variantes de churros, la versión salvadoreña es más gruesa y esponjosa, muy parecida a las porras y se acompaña con azúcar espolvoreada.





El lugar donde se puede encontrar dicho manjar y tomar un chocolate con churros es lo que se denomina churrería, local con una abundante decoración de mármol, sobre todo en la mesa y en el suelo, que recuerda en parte a los años iniciales del siglo XIX o XX. El olor de estas churrerías es una extraña mezcla entre la fritura de los churros y el hervir del cacao. Es posible también pedir café con leche y churros, lo que constituye otra variante, añís, coñac, etc. 

El chocolate con churros se sirve también en cualquier cafetería o terraza. Poco a poco el ritmo rápido de las ciudades va haciendo que se demanden puestos callejeros para sercir los churros, de esta manera es sencillo ver cada vez más puestos de este tipo junto a las estaciones de ferrocarril. 

Cada churrería tiene un ambiente propio y una forma distinta de hacer los churros, en algunos sitios se hacen alargados, en otros doblados, acanalados, friendo más o menos la masa, con o sin azúcar espolvoreada, etc. Todo es cuestión de los gustos del propietario y de los comensales que asisten frecuentemente a ellas. Por regla general se prepara el churro en el momento de ser solicitado, lo que lo hace más crujiente. 

En Madrid, una de las más tradicionales es la Chocolatería San Ginés, ubicada en el centro de la ciudad, y la Mallorquina en plena Puerta del Sol., mientras que en Málaga el sitio más tradicional para tomar chocolate con churros en Casa Aranda. Fuera de España también pueden encontrarse chocolaterías que sirven churros. En Argentina es tradicional la cafetería La Giralda (en avenida Corrientes), que se hizo conocida no solo por su inconfundible chocolate con churros, sino también por ser el lugar de encuentro de notables artistas del tango. También en la Avenida de Mayo, enclave de la colectividad española en Buenos Aires, varios cafés sirven chocolate con churros, destacándose el tradicional Café Tortoni. El consumo de chocolate con churros también es frecuente en ciudades y poblaciones del interior de Argentina, tales como Córdoba, Rosario, Mendoza, Mar del Plata etc, especialmente entre los meses de mayo y agosto.