Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta Argentina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Argentina. Mostrar todas las entradas

lunes, 22 de septiembre de 2014

Gastronomía Argentina (Región Central y Pampeana)



Interior de la confitería Las Violetas


La gastronomía de la Argentina se caracteriza y se diferencia delas gastronomías del resto de América Latina por grandes aportes europeos. En Argentina se combinan perfectamente las gastronomías criolla, italiana, española, en mucho menor medida indígena e incluso algunos pequeños influjos de África subsahariana, debido a los esclavos llevados desde África al territorio que actualmente es Argentina. 

Otro factor determinante es que resulta ser uno de los mayores productores agrícolas del planeta. Es gran productor de trigo, poroto, choclo o maíz, carne (especialmente la vacuna), leche, y desde los años 1970, gran productor de soja. 

De modo semejante, las enormes producciones trigueras hacen que el pan más común sea el pan blanco y explican en gran medida el éxito de ciertas comidas de origen italiano que la utilizan y que las pizzas argentinas tengan más masa que las italianas. 

Es de notar que, además de las distinciones regionales existe una distinción muy importante entre la gasttonomía urbana, influida por la globalización de las costumbres alimentarias y la gastronomía de zonas menos urbanas y las zonas rurales, más tradicionales y más folclóricas. Otro conjunto de diferenciaciones está dado por los estratos socioeconómicos.

Aunque existen comidas argentinas comunes a todo el país, pueden distinguirse cuatro regiones gastronómicas principales: la Región Central y Pampeana, la Región Noroeste y Cuyo, la Región Noreste y la Región Austral.



La Región Central y Pampeana comprende a las Provincias de Buenos Aires, Córdoba, centro y sur de Santa Fé, La Pampa, los dos tercios meridionales de Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires. 



Tortilla de papas (o patatas), influencia española



Es la región que ha recibido el mayor influjo europeo directo, principalmente el italiano y el español, aunque es asimismo el epicentro de dos platos típicamente argentinos: el asado y el dulce de leche, este último se utiliza para acompañar el pan del desayuno o la merienda, o bien en tortas, alfajores y postres.

Al plato y al dulce ya mencionados se añaden las milanesas y los escalopes, las milanesas suelen ser condimentadas con jugo de limón. Incluida entre las milanesas una que es invención argentina pese a su nombre es la milanesa a la napolitana (milanesa recubierta, como si sería una pizza con salsa de tomate, muzzarella jamón, panceta y cebolla) cocinada al horno, algo similar ocurre con la milanesa al provenzal. También es frecuente el típico sándwich de milanesa, con hojas de lechuga y tomate, pudiéndole añadir mayonesa y mostaza. 

Compitiendo con los asados, bifes (filetes) y churrascos se encuentran más platosde origen italiano, aunque muy adaptados al país, transformados en platos nacionales como ser las pizzas y las pastas. 

Las pizzas argentinas difieren bastante de las italianas, en muchos casos se encuentran más próximas a algunas variedades italianas de calzoni. Pizzas típicamente argentinas son las pizza canchera o pizza de cancha, la pizza rellena, la pizza por metro, la pizza a la parrilla, la pizza a la piedra. Por lo común van recubiertas de salsa de tomate y queso tipo muzzarella, a esta variante se le suman aquellas recubiertas de salsa de tomate, queso, anchoas, jamón cocido (a veces también jamón crudo), aceitunas (verdes y/o negras) y pimientos morrones. Las pizzas de pequeñas dimensiones se las conoce como pizzetas. Preparaciones menos comunes son las que sustituyen el jamón por el salame (pizza calabresa) o la pizzaiola (especie de pizza basada en salsa de tomate con ajos y cebollas), o las que poseen rodajas de ananá, palmitos, diversos hongos y mariscos. 

Sin embargo, las pastas superan a las pizzas en cuanto al nivel de consumo. De los llamados fideos se distinguen: las pastas secas, siendo los más comunes los tallarines, pastas frescas (ñoquis, tallarines, espaguetis, no desecados), pastas rellenas, casi siempre forman parte de las pastas frescas, aunque existen algunas excepciones, y los llamados fideos guisados (forman parte de las pastas secas).




Deliciosa Humita, típica de la Región Andina


Entre las pastas rellenas es frecuente el uso de la ricota, producto lácteo semejante a la cuajada que también es muy usado para preparar postres (tartas y redondos de ricota), otros rellenos incluyen ricota y nuez molida, verduras como la espinaca, jamón, etc. Generalmente se las consume con tuco (salsa de tomate muy adobada, acompañada por estofado). También, aunque menos frecuente, es el consumo de las pastas con pesto. Esta salsa verde se hace en Italia con albahaca machacada, aunque en Argentina los inmigrantes (al no encontrar albahaca suficiente) inventaron el pesto criollo hecho con perejil machacado  y ajo picado bien fino con aceite vegetal. Actualmente se consumen ambas variantes.

Durante el tiempo colonial los españoles difundieron el consumo de la olla podrida de la cual derivan los pucheros argentinos (una derivación del puchero andaluz, aunque en este caso predomina la carne por sobre la verdura). También a los españoles corresponde los aportes de postres como los churros y ensaimadas, los alfajores e incluso los pastelitos criollos que tienen orígenes andaluces (o platos como la tortilla de papas, las albóndigas, el mondongo, las torrejas, los buñuelos, croquetas y gran parte de los guisos (entre los que se destacan la buseca, el guiso de lentejas) son derivados de España, así como los zapallitos rellenos al horno (zapallitos redondos cortados por la mitad y vaciados con su pulpa y carne picada se realiza el relleno y se lo tapa con pan rallado, queso fresco o rallado, salsa de tomate y aceitunas). El bife a la criolla, es oriundo de Argentina, aunque su linaje procede de los cocidos españoles. 

El influjo francés se nota en la omelette o tortilla de huevos, rellena con dados de queso fresco o incluye otros alimentos como fiambres que se envuelven al enrollar la omelette. En ciudades como Pigüé y Carhué anualmente suelen celebrarse banquetes colectivos en los cuales se ingieren omelettes gigantes. 

El influjo teutónico ha sido mucho menor quee los mediterráneos, sin embargo es muy llamativo en la repostería y confitería. Las medialunas, más conocidas en gran parte de planeta como croissants son las facturas más populares del país. Existen dos variantes: las de manteca y las de grasa (o bien dulces y saladas, dependiendo de la región). Una variedad grande de medialuna esel sacramento, con el que se elaboran sándwiches (generalmente de jamón y queso). 



Omelette, influencia gastronómica de la  Belle France


Las llamadas Berlinesas (o borla de fraile) también son muy consumidas, así como el pionono (arollado salado y/o dulce), consumido generalmente en la época navideña y para Año Nuevo. 

En el sur de la Provincia de Buenos Aires, Provincia de Entre Ríos, Provincia de La Pampa y otras, se consumen los pirok, traídos desde Rusia por los alemanes del Volga. A inicios de este siglo el chef suizoargentino Phillippe Zellweg está difundiendo el merengue suizo y los genuinos bretzel. 

Por su parte, las ensaimadas proceden de la inmigración mallorquina: son famosas las ensaimadas de la ciudad de San Pedro (norte de la Provincia de Buenos Aires). A finales del siglo XIX y comienzos del XX las ensaimadas eran las facturas preferidas en la ciudad de Buenos Aires para acompañar desayunos y cafés o cafés con leche, aunque pronto fueron sustituidas por las medialunas. 

Otros postres de pastelería muy comunes son la yema quemada, la pasta frola, los biizcochuelos, el budín inglés, la torta Selva Negra, y en menor medida el Strudel de manzana, mientras que las tortitas negras son típicas de las ciudades de Rosario y Tapalqué. Otros postres incluyen el flan (servido con baño de caramelo, algo de crema y dulce de leche, las ensaladas de frutas (consumidas preferentemente durante el verano), las macedonias y los budines, acompañados a veces de crema chantilly. 



Locro, otro plato Andino


En las áreas rurales de la región pampeana correspondiente a la Pampa Húmeda, principalmente en el centro y sur de Santa Fé, centro este y sur de Córdoba y norte de Buenos Aires, zonas en donde desde la segunda mitad del siglo XIX ha sido común el minifundido de chacareros, con orígenes piamonteses, lombardos, firulanos y vénetos, son comunes las preeparaciones de salames (como aquellos de Tandil y Mercedes, etc), bondiolas, codeguines, salamines, sorpresatas, longanizas, chorizos parrilleros, y durante ls inviernos la ingesta de bagna cauda.

El postre Balcarce es oriundo de dicha ciudad  y los pellizcos de la ciudad portuaria de Quequén. La torta Richmond fue creada en la desaparecida Confitería Richmond y tiene como base un bizcochuelo de chocolate y un mousse con relleno de frutillas (fresas), con una cobertura de crema chantilly. 

En la ciudad cordobesa de Río Segundo, a inicios del siglo XX, inmigrantes procedentes de Grecia comenzaron la elaboración de un postre basado en manteca de maní transformado en barras marmoladas y esponjoso por el batido y con una consistencia semejante a los turrones: había nacido el Mantecol. En la ciudad cordobesa de Arroyito  se ubican fábricas de galletitas y especialmente de caramelos, bombones de chocolate y otras golosinas y confituras que se exportan al resto del mundo.

La preparación de jamones es directamente heredada tanto de los jabugos españoles como de los prosciuti de Parma, Italia. Los jamones argentinos más afamados suelen ser los jamones serranos procedentes de las sierras de Córdoba y su entorno.

Aunque las producciones frutales argentinas tienen su preponderancia en las regiones del Noroeste, Noreste, Cuyo y la Patagonia, existe en la región central una importante producción de frutas, siendo, por ejemplo, la ciudad santafesina de Coronda la Capital de la frutilla (fresa).

Un postre de invención argentina es el imperial ruso, preparado en sus inicios en la tradicional Confitería el Molino. Por otra parte, la ensalada rusa se utiliza como guarnición y/o entrada, típica para los días cálidos. Ese plato llegó a la Argentina (procedente de Rusia) con los inmigrantes españoles a principios del siglo XX.



Quesillo artesanal acompañado de dulce de cayote, nueces y miel de caña. Postre típico de la Provincia norteña de Salta

miércoles, 12 de marzo de 2014

Ruta del Vino (Salta, Argentina)



Las Rutas del Vino en la Argentina es el nombre que se ha dado a las distintas regiones productoras de vino del país, con el propósito de incentivar el turismo nacional. Ellas son: Ruta de vino de Salta, Vinos de La Rioja, Vinos de Córdoba, Rutas de vino de San Juan, Vinos de Mendoza, Vinos de Río Negro, Vinos de Neuquén, Vinos de Catamarca, Vinos de Tucumán y Vinos de Jujuy, Buenos Aires y La Pampa

La vitivinicultura comenzó en Argentina con la llegada de los españoles en el año 1556 (época colonial). Fue el sacerdote Juan Cedrón quien introdujo unas estacas de vida a lo que hoy se conoce como Santiago del Estero, luego un ciudadano francés realiza un experimento similar en la Provincia de Mendoza, introduciendo de esta manera algunas variedades de uvas francesas a la región. En la década de 1880 Tiburcio Benegas planta unas 250 hectáreas en Mendoza y crea la primera bodega del país, El Trapiche. La vitivinicultura en Argentina es desarrollada entre los 22° y los 42| latitud sur, extendiéndose por toda la Cordillera de los Andes, a lo largo de 2400 kilómetros , desde Salta hasta Río Negro. Las zonas destacadas para el cultivo de la vid tienen que ser secas y áridas, con bajo nivel de lluvias y de baja humedad, importante para evitar las enfermedades de las vides. Abundantes días de sol y gran amplitud térmica favorecen la maduración, concentración de aromas , color y contenido de azúcar. El riego se practica con el sistema de canales que transportan aguas provenientes desde la Cordillera de los Andes. 

El área de producción de vinos más importante de Salta se encuentra en los Valles Calchaquíes: presenta un clima seco y templado , óptimo para el cultivo y producción del Torrontés, única variedad autóctona del país y cepa muy bien adaptada a la región, y otros vinos de mesa. 

Con una amplia biodiversidad geográfica la Provincia de Salta posee viñedos situados entre los 1600 metros en Cafayate hasta más de 2400 metros en la cercanía de Molinos, lo cual le concede al vino un gran carácter, fuerte personalidad y alta calidad con fragancias, coloridos y sabores únicos.

La Ruta del Vino atraviesa lugares con paisajes muy llamativos, como los de la Quebrada de las Flechas, Quebradas de las Conchas y pueblos centenarios como Molinos y Cachí con una enorme riqueza cultural. Se destacan también los museos que la integran, como el de la Vid y el Vino (Cafayate) o el museo James Turrel en Colomé, que cuentan la historia de la vid en la región. 





La historia del vino en Salta se remonta a la temprana época colonial, cuando las primeras viñas fueron traídas por los jesuitas desde Canarias a mediados del siglo XVII, a "cuatro leguas del pueblo de Molinos", en la finca La Bodega (hoy La Angostura) en la región de los valles Calchaquíes, donde se cultivan 200 hectáreas de viñedos, hoy desaparecidos. En la actualidad los viñedos se extienden en la provincia por más de 2500 hectáreas, en los departamentos de Cafayate, San Carlos, Agastaco y Molinos. 

El principal centro productivo de la provincia se sitúa en Cafayate, a 186 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Salta, localidad que concentra cerca del 70% de los viñedos y donde madura la cepa del torrontés, un vino blanco que se distingue por su intenso aroma y sabor frutado. Esta variedad traída desde España ha alcanzado una expansión única en suelo salteño convirtiéndose en la uva blanca insignia de Salta y de la Argentina. En los últimos años el enorme desarrollo de la vitivinicultura provincial añadió otras cepas, destacándose las uvas de variedad Cabernet Sauvignon, Malbec, Tannat, Bonarda, Syrah, Barbera y Tempranillo. 

Desde el sur de la Provincia de Salta (en la frontera con Tucumán) hasta las alturas de la localidad de Colomé, y casi introduciendose en la Puna, los Valles Calchaquíes atesoran una veintena de Bodegas con más de 2500 hectáreas de viñedos. Debido a la altura respecto al nivel del mar en la que se encuentran existe una mayor amplitud térmica, (noches frescas, días calurosos), donde los rayos solares son más intensos. ESto se debe a que la uva tiene una mayor exposición a rayos ultravioletas que por la altura se encuentran concentrados con mayor intensidad que en otras latitudes o zonas con más bajo nivel sobre el mar. Cuanto más alto se está, menos atmósfera deberán atravesar los rayos solares con lo que la intensidad será mayor. 

En las alturas el aire es más fresco y limpio por acción de los vientos y la vegetación goza de excelente salud gracias a la ausencia de pesticidas, dando lugar a la elaboración de vinos orgánicos a través de procesos naturales y sin aditivos. Las características particulares del suelo por sus componentes minerales también influyen en la vid, los suelos son más pobres y pedregosos y las aguas provenientes de los deshielos destilan pureza. 

La suma de estas condiciones climáticas hacen que durante los últimos meses del período de gestación de la uva (en Argentina de enero a marzo) esta realice una maduración lenta y prolongada, con buena sanidad. Es así que se desarrollan vides de granos más surtidos y de mayor proporción de hollejos, potenciando la acumulación de aromas y sabores en el fruto junto a un notable incremento de la acidez permitiendo la elaboración de vinos más frescos y vivos. 




La conjunción de estos factores hacen que los vinos de altura gocen de características organolépticaspropias con alta concentración de aromas y sabores, así como de colores, constituyéndose como un producto exótico y es justamente en los Valles Calchaqués donde se encuentran los viñedos más alos del mundo. 

Las características esenciales de los vinos de altura son los siguientes: 


  • Colores rojos y violáceos intensos, buenas intensidades y matices
  • Carácter fino y frutado
  • Entradas agradables de gran persistencia en la boca
  • Para servir entre 17 y 19°
  • Ideal para acompañar carnes rojas asadas o al horno

Desde el año 2000 hasta la actualidad la superficie de viñedos se expandió en Argentina un 13,6% con importantes inversiones económicas en los últimos años para mejorar los procesos productivos en los Valles Calchaquíes: el resultado fue el doble, un 28%, al sumar 602 nuevas hectáreas, llegando a una superficie total de 2635 hectáreas en enero del 2013. 

Los proyectos se desarrollaron en Cafayate, Animará, San Carlos, Angastaco, Molinos y Cachi, haciendo crecer en Salta en la última década un 140%la cantidad de bodegas, pasando de 15 a 36 establecimientos registrados en el Instituto Nacional Vitivinícola. 




Actualmente bodegas realizan estudios para determinar la potencialidad de adaptación de nuevas variedades para la zona como ser plantines de origen californiano y francés. De la superficie total de viñedos que existen en la provincia, el 99% de las uvas que se producen se destina a la vinificación.

Buscando expandir la comercialización, se puso en funcionamiento en el año 2006 la Asociación de Bodegas de Salta, y recientemente, a principios del 2012 con la creación del Consorcio de Exportación, productores vitivinícolas conformaron el primer consorcio temático de vino de la Argentina.

Con acciones como el Plan de mejora de la competitividad y el Programa de posicionamiento del vino de altura se busca dar un mayor impulso al sector, mientras que con La Degustación de vinos del año (mes de diciembre) se busca conocer los mejores ejemplares de los vinos elaborados durante el año que termina. 

En la actualidad se exportan desde la Provincia de Salta 1.200.000 botellas de vinos premium a 30 países de todo el mundo y aunque la participación de los salteños en la producción nacional es del 1%, la presencia de los vinos salteños se hace fuerte en materia de exportación con el 15% del volumen total, exportando incluso más que las Provincias de San Juan, La Rioja y Neuquén, por lo que actualmente Salta es uno de los destinos preferidos en ecoturismo, registrando sus bodegas la visita de más de 180 mil turistas solo durante el año 2011, cantidad que año tras año se incrementa notablemente. 

Modernas bodegas equipadas con nuevas tecnologías han incorporado nuevos servicios para los turistas, que varían desde las tradicionales visitas guiadas por las plantas de producción y los viñedos, donde pueden degustarse vinos tintos, blancos y rosados con una calidad de primer nivel, hasta alojamiento en confortables estancias entre los viñedos, infraestructura necesaria para la realización de eventos, servicios de spa, gastronomía, la posibilidad de participar en la elaboración del vino y clases dictadas por enólogos, entre otras actividades. De esa manera pueden combinarse ese tipo de propuestas con actividades relacionadas con el ecoturismo, turismo cultural y el turismo aventura.