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martes, 31 de marzo de 2015

Delicias Culinarias......

Coctel de Vino y Frambuesas



Ingredientes

Frambuesas 200 gr
Menta fresca, cantidad necesaria
Manzana verde, 1 unidad
Vino 1 litro 
Hielo picado, cantidad necesaria


Preparación: 

  • Para comenzar, cortamos la manzana y aplastamos ligeramente las frambuesas
  • Luego, en una jarra, mezclamos el vino con las frutas, el hielo y la menta
  • Cuando esté todo bien mezclado, disponemos el cóctel en una copa (o en copas pequeñas)
  • Decoramos con unas hojas más de menta y servimos bien fresco


Sopa de Cebollas





Para todos aquellos que aman las sopas (especialmente pensada para días y noches de mucho frío), o para un menú (formal o informal), les comparto una de las sopas más deliciosas de todos los tiempos (y una de mis preferidas): me refiero a la siempre famosa y exquisita Sopa de Cebollas francesa. Es una receta para 6 personas

Ingredientes 

2 cucharadas de mantequilla
1/4 taza de aceite de oliva
3 cebollas amarillas medianas, en rodajas finas
3 cucharadas de harina común
2 dientes de ajo picados muy finamente
1 chcharadita de azúcar granulado
2 tazas de vino blanco seco
6 tazas de caldo de carne o de pollo (la carne vacuna da un color más oscuro y más consistencia a la sopa)
Sal y pimienta negra recién molida
6 bowl (resistentes al calor, pues hay que meterlos al horno)
12 tostadas de baguette
2 tazas de queso rallado (por ejemplo gruyere)
3 chcharaditas de parmesano rallado


Preparación

  1. En una cacerola grande a fuego medio derretir la mantequilla y el aceite. Agregar las cebollas y cocinar por unos 15 minutos
  2. Agregar la sal y el azúcar. Cocinar por unos 30 a 40 minutos a fuego lento, hasta que las cebollas estén bien doradas, revolver de vez en cuando, aunque no es conveniente moverlas demasiado
  3. Agregar la harina y cocinar por unos 3 minutos
  4. Añadir el caldo hirviendo y el vino blanco, elevar la temperatura a media-alta y llevar a ebullición. Cocinar por 30 a 40 minutos, revolviendo ocasionalmente. Revisar la sazón.
  5. Precalentar el horno
  6. Servir la sopa en los cuencos (bowls) de horno
  7. Rociar cada porción con 1/2  taza de queso rallado y 1/2 cucharadita de queso parmesano y ajo finamente picado
  8. Llevar los bowl al horno (colocarlos en el horno precalentado preferentemente en la bandeja del medio)
  9. Hornear hasta que el queso se derrita. Servir inmediatamente
  10. Opcional: espolvorear con un poco de cilantro, o de perejil picado


Espárragos verdes gratinados




Ingredientes

500 gr de espárragos verdes frescos
1 diente de ajo
30 ml de aceite de oliva 

Salsa Bechamel

500 ml de leche desnatada
20 gr de mantequilla
20 gr de harina
40 gr de queso parmesano
Sal a gusto


Preparación

  1. En primer lugar elaboramos la salsa bechamel. Para ello derretimos la mantequilla en una cazuela pequeña y cuando esté bien caliente agregamos la harina, revolviendo constantemente hasta obtener una mezcla sin grumos. Añadimos lentamente la leche caliente sin dejar de revolver. Salpimentamos a gusto. Una vez que la salsa ha espesado, retiramos del fuego
  2. Salteamos ligeramente los espárragos en una sartén con una chcharadita de aceite de oliva y ajo troceado hasta que se dorela superficie de los espárragos. Deben quedar medio cocidos, con el interior "al dente". Colocarlos en una bandeja o fuente de horno. Cubrir con la salsa bechamel y esplovoreamos con el queso parmesano. Introducimos la bandeja al horno (lo precalentamos a 250°). Cuando la superficie esté dorada, sacamos del horno y servimos bien calientes.....


Tartine de Langostinos





Ingredientes

Sal a gusto
Aceite de oliva, cantidad necesaria
Cilantro (o perejil), 5 gr.
2 Paltas (Aguacates)
Cebolla Colorada, 1 unidad
Langostinos 20 gr
Lmón, 1 unidad
Pimienta a gusto
Pan, nueces y pasas, 1 unidad


Preparación


  1. Para comenzar, salteamos los langostinos en aceite de oliva. Condimentamos con sal y pimienta
  2. Por otro lado, picamos rústicamente el cilantro y mezclamos con cebolla colorada en pluma, los langostinos salteados, la ralladura del limón aceite de oliva y palta (aguacate) en gajos
  3. Condimentamos con pimienta y montamos sobre rodajas de pan de nueces y pasas
  4. Servimos

En cualquier momento seguiré compartiendo aun más delicias culinarias de toda clase.... ¡Buen Provecho!

lunes, 22 de septiembre de 2014

Gastronomía Argentina (Región Central y Pampeana)



Interior de la confitería Las Violetas


La gastronomía de la Argentina se caracteriza y se diferencia delas gastronomías del resto de América Latina por grandes aportes europeos. En Argentina se combinan perfectamente las gastronomías criolla, italiana, española, en mucho menor medida indígena e incluso algunos pequeños influjos de África subsahariana, debido a los esclavos llevados desde África al territorio que actualmente es Argentina. 

Otro factor determinante es que resulta ser uno de los mayores productores agrícolas del planeta. Es gran productor de trigo, poroto, choclo o maíz, carne (especialmente la vacuna), leche, y desde los años 1970, gran productor de soja. 

De modo semejante, las enormes producciones trigueras hacen que el pan más común sea el pan blanco y explican en gran medida el éxito de ciertas comidas de origen italiano que la utilizan y que las pizzas argentinas tengan más masa que las italianas. 

Es de notar que, además de las distinciones regionales existe una distinción muy importante entre la gasttonomía urbana, influida por la globalización de las costumbres alimentarias y la gastronomía de zonas menos urbanas y las zonas rurales, más tradicionales y más folclóricas. Otro conjunto de diferenciaciones está dado por los estratos socioeconómicos.

Aunque existen comidas argentinas comunes a todo el país, pueden distinguirse cuatro regiones gastronómicas principales: la Región Central y Pampeana, la Región Noroeste y Cuyo, la Región Noreste y la Región Austral.



La Región Central y Pampeana comprende a las Provincias de Buenos Aires, Córdoba, centro y sur de Santa Fé, La Pampa, los dos tercios meridionales de Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires. 



Tortilla de papas (o patatas), influencia española



Es la región que ha recibido el mayor influjo europeo directo, principalmente el italiano y el español, aunque es asimismo el epicentro de dos platos típicamente argentinos: el asado y el dulce de leche, este último se utiliza para acompañar el pan del desayuno o la merienda, o bien en tortas, alfajores y postres.

Al plato y al dulce ya mencionados se añaden las milanesas y los escalopes, las milanesas suelen ser condimentadas con jugo de limón. Incluida entre las milanesas una que es invención argentina pese a su nombre es la milanesa a la napolitana (milanesa recubierta, como si sería una pizza con salsa de tomate, muzzarella jamón, panceta y cebolla) cocinada al horno, algo similar ocurre con la milanesa al provenzal. También es frecuente el típico sándwich de milanesa, con hojas de lechuga y tomate, pudiéndole añadir mayonesa y mostaza. 

Compitiendo con los asados, bifes (filetes) y churrascos se encuentran más platosde origen italiano, aunque muy adaptados al país, transformados en platos nacionales como ser las pizzas y las pastas. 

Las pizzas argentinas difieren bastante de las italianas, en muchos casos se encuentran más próximas a algunas variedades italianas de calzoni. Pizzas típicamente argentinas son las pizza canchera o pizza de cancha, la pizza rellena, la pizza por metro, la pizza a la parrilla, la pizza a la piedra. Por lo común van recubiertas de salsa de tomate y queso tipo muzzarella, a esta variante se le suman aquellas recubiertas de salsa de tomate, queso, anchoas, jamón cocido (a veces también jamón crudo), aceitunas (verdes y/o negras) y pimientos morrones. Las pizzas de pequeñas dimensiones se las conoce como pizzetas. Preparaciones menos comunes son las que sustituyen el jamón por el salame (pizza calabresa) o la pizzaiola (especie de pizza basada en salsa de tomate con ajos y cebollas), o las que poseen rodajas de ananá, palmitos, diversos hongos y mariscos. 

Sin embargo, las pastas superan a las pizzas en cuanto al nivel de consumo. De los llamados fideos se distinguen: las pastas secas, siendo los más comunes los tallarines, pastas frescas (ñoquis, tallarines, espaguetis, no desecados), pastas rellenas, casi siempre forman parte de las pastas frescas, aunque existen algunas excepciones, y los llamados fideos guisados (forman parte de las pastas secas).




Deliciosa Humita, típica de la Región Andina


Entre las pastas rellenas es frecuente el uso de la ricota, producto lácteo semejante a la cuajada que también es muy usado para preparar postres (tartas y redondos de ricota), otros rellenos incluyen ricota y nuez molida, verduras como la espinaca, jamón, etc. Generalmente se las consume con tuco (salsa de tomate muy adobada, acompañada por estofado). También, aunque menos frecuente, es el consumo de las pastas con pesto. Esta salsa verde se hace en Italia con albahaca machacada, aunque en Argentina los inmigrantes (al no encontrar albahaca suficiente) inventaron el pesto criollo hecho con perejil machacado  y ajo picado bien fino con aceite vegetal. Actualmente se consumen ambas variantes.

Durante el tiempo colonial los españoles difundieron el consumo de la olla podrida de la cual derivan los pucheros argentinos (una derivación del puchero andaluz, aunque en este caso predomina la carne por sobre la verdura). También a los españoles corresponde los aportes de postres como los churros y ensaimadas, los alfajores e incluso los pastelitos criollos que tienen orígenes andaluces (o platos como la tortilla de papas, las albóndigas, el mondongo, las torrejas, los buñuelos, croquetas y gran parte de los guisos (entre los que se destacan la buseca, el guiso de lentejas) son derivados de España, así como los zapallitos rellenos al horno (zapallitos redondos cortados por la mitad y vaciados con su pulpa y carne picada se realiza el relleno y se lo tapa con pan rallado, queso fresco o rallado, salsa de tomate y aceitunas). El bife a la criolla, es oriundo de Argentina, aunque su linaje procede de los cocidos españoles. 

El influjo francés se nota en la omelette o tortilla de huevos, rellena con dados de queso fresco o incluye otros alimentos como fiambres que se envuelven al enrollar la omelette. En ciudades como Pigüé y Carhué anualmente suelen celebrarse banquetes colectivos en los cuales se ingieren omelettes gigantes. 

El influjo teutónico ha sido mucho menor quee los mediterráneos, sin embargo es muy llamativo en la repostería y confitería. Las medialunas, más conocidas en gran parte de planeta como croissants son las facturas más populares del país. Existen dos variantes: las de manteca y las de grasa (o bien dulces y saladas, dependiendo de la región). Una variedad grande de medialuna esel sacramento, con el que se elaboran sándwiches (generalmente de jamón y queso). 



Omelette, influencia gastronómica de la  Belle France


Las llamadas Berlinesas (o borla de fraile) también son muy consumidas, así como el pionono (arollado salado y/o dulce), consumido generalmente en la época navideña y para Año Nuevo. 

En el sur de la Provincia de Buenos Aires, Provincia de Entre Ríos, Provincia de La Pampa y otras, se consumen los pirok, traídos desde Rusia por los alemanes del Volga. A inicios de este siglo el chef suizoargentino Phillippe Zellweg está difundiendo el merengue suizo y los genuinos bretzel. 

Por su parte, las ensaimadas proceden de la inmigración mallorquina: son famosas las ensaimadas de la ciudad de San Pedro (norte de la Provincia de Buenos Aires). A finales del siglo XIX y comienzos del XX las ensaimadas eran las facturas preferidas en la ciudad de Buenos Aires para acompañar desayunos y cafés o cafés con leche, aunque pronto fueron sustituidas por las medialunas. 

Otros postres de pastelería muy comunes son la yema quemada, la pasta frola, los biizcochuelos, el budín inglés, la torta Selva Negra, y en menor medida el Strudel de manzana, mientras que las tortitas negras son típicas de las ciudades de Rosario y Tapalqué. Otros postres incluyen el flan (servido con baño de caramelo, algo de crema y dulce de leche, las ensaladas de frutas (consumidas preferentemente durante el verano), las macedonias y los budines, acompañados a veces de crema chantilly. 



Locro, otro plato Andino


En las áreas rurales de la región pampeana correspondiente a la Pampa Húmeda, principalmente en el centro y sur de Santa Fé, centro este y sur de Córdoba y norte de Buenos Aires, zonas en donde desde la segunda mitad del siglo XIX ha sido común el minifundido de chacareros, con orígenes piamonteses, lombardos, firulanos y vénetos, son comunes las preeparaciones de salames (como aquellos de Tandil y Mercedes, etc), bondiolas, codeguines, salamines, sorpresatas, longanizas, chorizos parrilleros, y durante ls inviernos la ingesta de bagna cauda.

El postre Balcarce es oriundo de dicha ciudad  y los pellizcos de la ciudad portuaria de Quequén. La torta Richmond fue creada en la desaparecida Confitería Richmond y tiene como base un bizcochuelo de chocolate y un mousse con relleno de frutillas (fresas), con una cobertura de crema chantilly. 

En la ciudad cordobesa de Río Segundo, a inicios del siglo XX, inmigrantes procedentes de Grecia comenzaron la elaboración de un postre basado en manteca de maní transformado en barras marmoladas y esponjoso por el batido y con una consistencia semejante a los turrones: había nacido el Mantecol. En la ciudad cordobesa de Arroyito  se ubican fábricas de galletitas y especialmente de caramelos, bombones de chocolate y otras golosinas y confituras que se exportan al resto del mundo.

La preparación de jamones es directamente heredada tanto de los jabugos españoles como de los prosciuti de Parma, Italia. Los jamones argentinos más afamados suelen ser los jamones serranos procedentes de las sierras de Córdoba y su entorno.

Aunque las producciones frutales argentinas tienen su preponderancia en las regiones del Noroeste, Noreste, Cuyo y la Patagonia, existe en la región central una importante producción de frutas, siendo, por ejemplo, la ciudad santafesina de Coronda la Capital de la frutilla (fresa).

Un postre de invención argentina es el imperial ruso, preparado en sus inicios en la tradicional Confitería el Molino. Por otra parte, la ensalada rusa se utiliza como guarnición y/o entrada, típica para los días cálidos. Ese plato llegó a la Argentina (procedente de Rusia) con los inmigrantes españoles a principios del siglo XX.



Quesillo artesanal acompañado de dulce de cayote, nueces y miel de caña. Postre típico de la Provincia norteña de Salta

miércoles, 12 de marzo de 2014

Ruta del Vino (Salta, Argentina)



Las Rutas del Vino en la Argentina es el nombre que se ha dado a las distintas regiones productoras de vino del país, con el propósito de incentivar el turismo nacional. Ellas son: Ruta de vino de Salta, Vinos de La Rioja, Vinos de Córdoba, Rutas de vino de San Juan, Vinos de Mendoza, Vinos de Río Negro, Vinos de Neuquén, Vinos de Catamarca, Vinos de Tucumán y Vinos de Jujuy, Buenos Aires y La Pampa

La vitivinicultura comenzó en Argentina con la llegada de los españoles en el año 1556 (época colonial). Fue el sacerdote Juan Cedrón quien introdujo unas estacas de vida a lo que hoy se conoce como Santiago del Estero, luego un ciudadano francés realiza un experimento similar en la Provincia de Mendoza, introduciendo de esta manera algunas variedades de uvas francesas a la región. En la década de 1880 Tiburcio Benegas planta unas 250 hectáreas en Mendoza y crea la primera bodega del país, El Trapiche. La vitivinicultura en Argentina es desarrollada entre los 22° y los 42| latitud sur, extendiéndose por toda la Cordillera de los Andes, a lo largo de 2400 kilómetros , desde Salta hasta Río Negro. Las zonas destacadas para el cultivo de la vid tienen que ser secas y áridas, con bajo nivel de lluvias y de baja humedad, importante para evitar las enfermedades de las vides. Abundantes días de sol y gran amplitud térmica favorecen la maduración, concentración de aromas , color y contenido de azúcar. El riego se practica con el sistema de canales que transportan aguas provenientes desde la Cordillera de los Andes. 

El área de producción de vinos más importante de Salta se encuentra en los Valles Calchaquíes: presenta un clima seco y templado , óptimo para el cultivo y producción del Torrontés, única variedad autóctona del país y cepa muy bien adaptada a la región, y otros vinos de mesa. 

Con una amplia biodiversidad geográfica la Provincia de Salta posee viñedos situados entre los 1600 metros en Cafayate hasta más de 2400 metros en la cercanía de Molinos, lo cual le concede al vino un gran carácter, fuerte personalidad y alta calidad con fragancias, coloridos y sabores únicos.

La Ruta del Vino atraviesa lugares con paisajes muy llamativos, como los de la Quebrada de las Flechas, Quebradas de las Conchas y pueblos centenarios como Molinos y Cachí con una enorme riqueza cultural. Se destacan también los museos que la integran, como el de la Vid y el Vino (Cafayate) o el museo James Turrel en Colomé, que cuentan la historia de la vid en la región. 





La historia del vino en Salta se remonta a la temprana época colonial, cuando las primeras viñas fueron traídas por los jesuitas desde Canarias a mediados del siglo XVII, a "cuatro leguas del pueblo de Molinos", en la finca La Bodega (hoy La Angostura) en la región de los valles Calchaquíes, donde se cultivan 200 hectáreas de viñedos, hoy desaparecidos. En la actualidad los viñedos se extienden en la provincia por más de 2500 hectáreas, en los departamentos de Cafayate, San Carlos, Agastaco y Molinos. 

El principal centro productivo de la provincia se sitúa en Cafayate, a 186 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Salta, localidad que concentra cerca del 70% de los viñedos y donde madura la cepa del torrontés, un vino blanco que se distingue por su intenso aroma y sabor frutado. Esta variedad traída desde España ha alcanzado una expansión única en suelo salteño convirtiéndose en la uva blanca insignia de Salta y de la Argentina. En los últimos años el enorme desarrollo de la vitivinicultura provincial añadió otras cepas, destacándose las uvas de variedad Cabernet Sauvignon, Malbec, Tannat, Bonarda, Syrah, Barbera y Tempranillo. 

Desde el sur de la Provincia de Salta (en la frontera con Tucumán) hasta las alturas de la localidad de Colomé, y casi introduciendose en la Puna, los Valles Calchaquíes atesoran una veintena de Bodegas con más de 2500 hectáreas de viñedos. Debido a la altura respecto al nivel del mar en la que se encuentran existe una mayor amplitud térmica, (noches frescas, días calurosos), donde los rayos solares son más intensos. ESto se debe a que la uva tiene una mayor exposición a rayos ultravioletas que por la altura se encuentran concentrados con mayor intensidad que en otras latitudes o zonas con más bajo nivel sobre el mar. Cuanto más alto se está, menos atmósfera deberán atravesar los rayos solares con lo que la intensidad será mayor. 

En las alturas el aire es más fresco y limpio por acción de los vientos y la vegetación goza de excelente salud gracias a la ausencia de pesticidas, dando lugar a la elaboración de vinos orgánicos a través de procesos naturales y sin aditivos. Las características particulares del suelo por sus componentes minerales también influyen en la vid, los suelos son más pobres y pedregosos y las aguas provenientes de los deshielos destilan pureza. 

La suma de estas condiciones climáticas hacen que durante los últimos meses del período de gestación de la uva (en Argentina de enero a marzo) esta realice una maduración lenta y prolongada, con buena sanidad. Es así que se desarrollan vides de granos más surtidos y de mayor proporción de hollejos, potenciando la acumulación de aromas y sabores en el fruto junto a un notable incremento de la acidez permitiendo la elaboración de vinos más frescos y vivos. 




La conjunción de estos factores hacen que los vinos de altura gocen de características organolépticaspropias con alta concentración de aromas y sabores, así como de colores, constituyéndose como un producto exótico y es justamente en los Valles Calchaqués donde se encuentran los viñedos más alos del mundo. 

Las características esenciales de los vinos de altura son los siguientes: 


  • Colores rojos y violáceos intensos, buenas intensidades y matices
  • Carácter fino y frutado
  • Entradas agradables de gran persistencia en la boca
  • Para servir entre 17 y 19°
  • Ideal para acompañar carnes rojas asadas o al horno

Desde el año 2000 hasta la actualidad la superficie de viñedos se expandió en Argentina un 13,6% con importantes inversiones económicas en los últimos años para mejorar los procesos productivos en los Valles Calchaquíes: el resultado fue el doble, un 28%, al sumar 602 nuevas hectáreas, llegando a una superficie total de 2635 hectáreas en enero del 2013. 

Los proyectos se desarrollaron en Cafayate, Animará, San Carlos, Angastaco, Molinos y Cachi, haciendo crecer en Salta en la última década un 140%la cantidad de bodegas, pasando de 15 a 36 establecimientos registrados en el Instituto Nacional Vitivinícola. 




Actualmente bodegas realizan estudios para determinar la potencialidad de adaptación de nuevas variedades para la zona como ser plantines de origen californiano y francés. De la superficie total de viñedos que existen en la provincia, el 99% de las uvas que se producen se destina a la vinificación.

Buscando expandir la comercialización, se puso en funcionamiento en el año 2006 la Asociación de Bodegas de Salta, y recientemente, a principios del 2012 con la creación del Consorcio de Exportación, productores vitivinícolas conformaron el primer consorcio temático de vino de la Argentina.

Con acciones como el Plan de mejora de la competitividad y el Programa de posicionamiento del vino de altura se busca dar un mayor impulso al sector, mientras que con La Degustación de vinos del año (mes de diciembre) se busca conocer los mejores ejemplares de los vinos elaborados durante el año que termina. 

En la actualidad se exportan desde la Provincia de Salta 1.200.000 botellas de vinos premium a 30 países de todo el mundo y aunque la participación de los salteños en la producción nacional es del 1%, la presencia de los vinos salteños se hace fuerte en materia de exportación con el 15% del volumen total, exportando incluso más que las Provincias de San Juan, La Rioja y Neuquén, por lo que actualmente Salta es uno de los destinos preferidos en ecoturismo, registrando sus bodegas la visita de más de 180 mil turistas solo durante el año 2011, cantidad que año tras año se incrementa notablemente. 

Modernas bodegas equipadas con nuevas tecnologías han incorporado nuevos servicios para los turistas, que varían desde las tradicionales visitas guiadas por las plantas de producción y los viñedos, donde pueden degustarse vinos tintos, blancos y rosados con una calidad de primer nivel, hasta alojamiento en confortables estancias entre los viñedos, infraestructura necesaria para la realización de eventos, servicios de spa, gastronomía, la posibilidad de participar en la elaboración del vino y clases dictadas por enólogos, entre otras actividades. De esa manera pueden combinarse ese tipo de propuestas con actividades relacionadas con el ecoturismo, turismo cultural y el turismo aventura.





viernes, 17 de enero de 2014

Especia



Especia (o, como también se la conoce, condimento) es el nombre dado a ciertos aromas de origen vegetal, que se usan para preservar o sazonar los alimentos. Técnicamente se consideran unas especias a las partes duras, como semillas o cortezas de ciertas plantas aromáticas, aunque muchas veces se engloba en las fragantes hojas de algunas plantas herbáceas (llamadas hierbas). La mayoría de las especias puede considerarse nativa de las regiones tropicales de Asia y de las islas Molucas de Indonesia, aunque algunas se encontraban en el Mediterráneo. 

Debido a sus propiedades aromatizantes es posible que alimentos insípidos o desagradables, aunque muchas veces nutritivos, pasen a ser gustosos y sabrosos sin perder sus propiedades nutritivas. Su gran capacidad para potenciar el sabor permite que se consigan grandes efectos aromáticos y sabrosos en los alimentos con cantidades muy pequeñas. No suelen presentar aportes nutricionales salvo raros casos en los que hay presentes minerales, como el calcio y el hierro o alunas vitaminas. 

Se las puede clasificar en dos grupos: las que modifican tanto el sabor como el aspecto de los alimentos (azafrán, canela, tomillo, romero, etc), y las que excitan el paladar, entre las que se encuentran la pimienta, el pimentón, la nuez moscada y las diversas variantes de chiles. La cantidad de platos que se pueden cocinar con unas y otras, tanto solas como mezcladas es muy elevada.

Desde que comenzaron a usar las especias estas fueron unos de los productos más caros y valiosos de la economía, tanto en cada individuo como en las sociedades, ya que desde antiguo han tenido un gran valor como condimento, para medicinas y perfumes, así como por el importante papel que presentaban algunos como conservante. Cumplían además con el cometido de enmascaradores del sabor de los alimentos que, sin la posibilidad de conservación en frío, tomaban muy rápidamente sabores desagradables por los procesos de fermentación y pudrición. 

Las fuentes más importantes para estudiar la evolución del uso de las especias eran unos libros pequeños en los que los autores anotaban todas las observaciones que consideraban útiles sobre las distintas plantas. El primero de ellos y el más renombrado, es De Materia Medica del médico Dioscordes. En él se encuentran datos muy precisos sobre el uso que los griegos y romanos hacían de algunas especias. Destacan el jengibre y la pimienta o las que se cultivaban de manera autóctona por la mayoría de sus habitantes, como la mostaza, mejorana, cilantro, tomillo, anís o azafrán, etc. Además se daban datos sobre el uso de especias en la cocina. 





Los fenicios fue el primer pueblo de la Antigüedad en establecer un mercado de especias. Tiro, una de las ciudades más importantes de su imperio, fue el centro comercial de las especias en el Mediterráneo, se convirtió en el punto de encuentro de mercaderes de todo el mundo conocido para conseguir dicha mercadería. El destino final de la llamada Ruta de las Especias era el golfo Pérsico, desde el que se embarcaban los convoyes hasta la costa malabar. Para llegar hasta allí existían dos recorridos: el primero rodeaba la península arábica por el Mar Rojo y el segundo era a través de Antioquía para llegar hasta Babilonia, desde donde se seguía el curso de los ríos Éufrates y Tigris. 

El imperio romano abrió una nueva ruta por mar partiendo desde Egipto hasta las islas Molucas, sirviéndose para ello, del viento de los monzones. Se estableció de esa manera una ruta anual que partía en abril para regresar en octubre. Dicho convoy surtía a Roma de especias, tanto para cocina (canela, cúrcuma, comino, jengibre o pimienta), como para aceites, cosméticos y perfumes. 

Cuando las oleadas de los bárbaros germánicos desbordaron a los límites del imperio romano, el comercio se desplazó a Constantinopla, relevo lógico de Roma por su mayor cercanía con la Ruta de la Seda. El floreciente comercio oriental hizo que disminuyera considerablemente la llegada de especias a Europa. Durante esa época aparecieron el clavo de olor y la nuez moscada procedentes ambas de Indonesia. 

Tras la conquista de Alejandría por el Islam en 641 comenzó un declive en el uso de las especias en el mundo cristiano por el férreo control que realizaban los árabes, motivando la ausencia de contactos comerciales entre Occidente y China. Se comenzó a cultivarlas en los propios territorios para poder continuar con la costumbre de los ciudadanos europeos de tener las despensas surtidas con todo tipo de especias. Destacan, entre muchos monasterios los de Saint Gall y Saint Germain-des-Près y el monasterio británico de Norwich. 

Alrededor del siglo XIV era rara la cocina occidental en la que no se condimentaba la comida, exceptuando los más viejos reinos cristianos del norte de la península ibérica. Entre las hierbas y especias más cultivadas en el territorio estaba el comino, el hinojo, la menta, la salvia, el cilantro, el ajo, el eneldo, la adormidera, y especialmente clavo, macís, azafrán y pimienta. 





Tras la caída de Constantinopla en manos de los turcos, y debido a la importancia económica de las especias en toda Europa, Castilla, Aragón y Portugal se lanzaron a una frenética carrera para encontrar una ruta que evitase el paso por el Mar Mediterráneo, infestado de piratas y bajo el control turco. 

Portugal tomó ventaja gracias a que terminaron la reconquista antes que Castilla y a la acertada política de Enrique el Navegante quien, a mediados del siglo XV, intentó llegar a las Indias bordeando el continente africano.Vasco da Gama, quien encontró el paso por el Cabo de la Buena Esperanza, después de varios meses avistaron las costas de Calcuta y regresó con un cargamento de especias y con varios acuerdos firmados con autoridades nativas, en los que el imperio portugués lograba el monopolio del comercio durante un largo tiempo. 

El descubrimiento de América (1492) trajo consigo un monopolio del comercio atlántico por parte de España. Además introdujo varias especias de origen americano, la más popular fue la pimienta de Jamaica. Con la conquista de México por parte de Hernán Cortés, se logró encontrar la vainilla. Las especias fueron uno de los principales productos de comercio en el Nuevo Mundo. 

En el siglo XV las guerras de Europa tendrán una repercusión en el comercio internacional de especias y más en concreto en la guerra de Flandes (Provincias Unidas. actuales Países Bajos y Bélgica) contra la monarquía hispana de los Habsburgo. La complicada situación española unida al desastre de la Gran Armada en 1588 fue aprovechada por los marinos holandeses que comenzaron a negociar con las autoridades indígenas de las Molucas. En 1602 se fundaba la famosa Compañía de las Indias Orientales. 





El comercio actual  no está teñido de los tormentosos tintes del pasado y han pasado a ser una cuestión de relaciones comerciales entre los países productores y consumidores. En el presente es fácil encontrar un gran número de especias por todos los sitios del globo, sobre todo en los países más desarrollados, destacando como mayores importadores Estados Unidos, Francia, Japón y Alemania. Actualmente la mayoría de países producen suficientes especias para el surtido de sus propios mercados, y las que importan lo hacen principalmente de Singapur, Hong Kong, Madagascar, Tanzania o Indonesia. 

Tradicionalmente las especias provienen principalmente de semillas, frutos, flores o cortezas secas. Se dividen en los siguientes grupos: 


  • Semillas o frutos secos: Ajowan, Alcaravea, Alhova, Almendra, Amapola, Anís, Anís estrellado, Berberis vulgaris, Cardamomo, Cardamomo negro, Cayena, Comino, Comino negro, Cubeb, Eneldo, Granos de Paraíso, Enebro, Matalavulva, Mostaza, Nigella stavia, Nuez Moscada, Pimentón, Pimienta, Pimienta de Sichuan, Pimienta dioica, Pimienta larga, Tamarino, Semillas de Apio, Sésamo, Vainilla, Zumaque
  • Corteza vegetal: Canela, Cassia
  • Flores Secas: Azafrán, Clavo de olor, Lavanda, Rosa
  • Raíces: Regalíz, Rúccula, Wassabi
  • Rizomas: Allpinia officinarum, Cúrcuma, Jengibre, Galangal

Las hierbas aromáticas, consideradas especias en algunas clasificaciones, provienen de hojas de plantas pero solo perfuman la comida. No son tan valoradas como las especias, ya que su cultivo es doméstico y relativamente fácil, pudiendo hacerse en una huerta o jardín. Se dividen en: 

  • Hierbas aromáticas: Aljedra, Alejedra de Jardín, Angélica, Albahaca, Árbol de curry, Cantueso, Cilantro, Espligo (Lavanda), Estragón, Eneldo, Hinojo, Laurel, Levístico, Malabathrum, Mejorana, Menta, Orégano, Piperita, Poleo Perejil, Perifollo, Ruda, Salvia, Romero, Tomillo
  • Las mezclas de diferentes especias: Curry, Hierbas Provenzales
  • Desecación de vegetales: Ajo en polvo, Apio en polvo, Cebolla seca, Pimentón, Tomate disecado o en polvo


sábado, 12 de octubre de 2013

Literatura y Gastronomía: El Mundo Gastronómico de Don Quijote de la Mancha



En un lugar de La Mancha de cuyo nombre ni quiero acordarme..... vivió un ilustre hidalgo llamado Don Quijote (Alonso Quijano), al que siguió en sus andanzas el fiel Sancho Panza, aficionado al buen comer. Les propongo una pequeña pero muy deliciosa recorrida por la gastronomía de esta bella región, siempre acompañados por la visión del Caballero de la Triste Figura

La cocina manchega es casera, variada y sabrosa. Solo hace falta echar un vistazo a la obra más famosa de Cervantes, donde se recogen gran cantidad de recetas clásicas de esta comunidad y se nos describen los sabrosos platos, que aun perduran en las cartas de los restaurantes, a través de los ojos del escudero de tal distinguido caballero.

Los orígenes de la gastronomía de Castilla-La Mancha son muy humildes, está basada en los productos rurales de cada comarca y se caracteriza por platos muy energéticos y nutritivos, creados por pastores y agricultores para poder enfrentarse a una dura jornada de trabajo en el campo. A estas imaginativas y económicas recetas se suman el legado culinario de los frailes, habitantes de los numerosos conventos de la geografía de esta comunidad, y el recetario árabe, del que destaca su deliciosa repostería. 

No hay cocina en el mundo, excepto la manchega del siglo XVI, que tenga la dicha de haber sido reconocida y legimitada por una obra tan importante como el Quijote. La vida de Cervantes, colmada de tramojos e sinsabores, le procuró ocasiones variadas para degustar desde un aguachirle hasta una carnosa olla podrida, desde una ración de pan hasta un manjar blanco. Frecuentó los fondos y los bodegones de Andalucía y Castilla, encalabrinó su mente con los aromas de los guisos aderezados con especias y degustó los vinos de las Españas. 

Un lector desapercibido pasaría de largo los refranes gastronómicos que están diseminados por el libro. Desde el comienzo de la obra Cervantes se preocupa por enumerar los platos que conforman la dieta de Alonso Quijano, una alimentación rica en grasas y propia de la renta menguada de un hidalgo venido a menos. Presenta a Sancho Panza como un tragaldabas quejoso de no redimir del hambre sus porfiadas tripas, ni siquiera cuando se sienta a la mesa como gobernador de Barataria y describe en los episodios de las bodas de Camacho las suculentas viandas que deleitarían los paladares de los invitados, descritos detalladamente. Toda la novela está salpimentada con alusiones gastronómicas. 




En el principio del Quijote, como un principio de caracterización del hidalgo manchego, se encuentra una golosa enumeración de los hábitos alimenticios de Alonso Quijano: Una olla de algo más de vaca que de carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.

El Quijote abunda en sabrosas descripciones sobre la comida, la bebida, el hambre y la sed. En la novela son frecuentes los detalles sobre la alimentación de la época, las pobres comidas de cebolla, el queso duro como la piedra, y las comidas abundantes de los nobles en los banquetes. Sancho, como hombre del pueblo, tiene un excelente apetito. Don Quijote, muchas veces hambriento, tiene preocupaciones de índole espiritual, que lo alejan de las inquietudes de Sancho Panza. Prefería sustentarse de sabrosas memorias, aseguraba que los caballeros andantes se pasaban la mayor parte de los días en flores, pasando sed y hambre, lo que no evita que harto de pasar hambre afirma: Tomara yo ahora más un cuartel de pan o una hogaza y dos cabezas de sardinas arenques, que cuantas hierbas describe Dioscorides. Cervantes añade: La noche oscura, el escudero hambriento y el amo con gana de comer.

En la descripción del protagonista con la que comienza la novela, el narrador nos habla de los hábitos alimenticios de Don Alonso Quijano, como una forma de acercarnos a sus características personales y sociales: no solo la presentación del personaje, también todo el universo de la novela está poblado de referencias culinarias, en la mayoría de los casos se tratan de recetas un poco lejanas a los hábitos alimenticios modernos, aunque muchas se han convertido en tradiciones sencillas a adaptar al gusto moderno. Otras por su parte, son auténticas delicias que aun están presentes, con ciertas variantes, en la cocina actual de la región manchega, sobre la que antaño cabalgaba Don Quijote. 

A través de la narración la cocina vuelve a aparecer en numerosas ocasiones para dar idea del Fausto de la celebración, de la riqueza de un personaje o de los aprietos en los que se veía el caballero andante y su escudero. La olla podrida, los garbanzos, las lentejas, el queso y las más variadas aves y animales de caza aparecen en la mesa de El Quijote. 

También la sed agobia al caballero: Ya toparemos donde mitigar esa terrible sed que nos fatiga, que sin duda causa mayor pena que la hambre. Molido a palos por los mercaderes solo quiso comer y que le dejasen dormir. Su apetito se despierta, olvidándose de su melancolía al ver a Sancho engullir conejos y perdices Y diciendo esto, comenzó de nuevo a dar asalto al caldero, con tan buenos alientos que despertó los de Don Quijote. Otras veces sus desgracias lo deprimen y pierde el apetito Me he visto esta mañana pisado y acoceado y molido de los pies de animales inmundos y soeces. Esta consideración me embota los dientes, entorpece las muelas y entumece las manos y quita de todo en todo las ganas de comer. Quizás la frase que mejor resuma las relaciones entre la espiritualidad y el hambre del Caballero de la Triste Figura sea El mayor contrario que el amor tiene es la hambre y la continua necesidad.





Don Quijote es un leptosomático o asténico, Sancho es pícnico, pletórico, obeso y sus actitudes ante la comida, como ante la vida en general, corresponden a dos modelos temperamentales opuestos. Los consejos que Don Quijote da a Sancho cuando éste parte para gobernar su ínsula son mayoritariamente de índole alimentaria: Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado, ni guarda secreto ni cumple palabra, o también come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago.

El hambre castiga a Alonso Quijano, cada vez más desnutrido, delgado y etéreo, menos material y más espiritual, libre de ataduras terrenales, salvo su obsesión por deshacer tuertos y liberar doncellas de las garras de malandrines y gigantes. Cervantes lo describe después de su primera salida flaco, amarillo, los ojos hundidos en los últimos camaranchones del cerebro.

Las situaciones vividas por Sancho en su ínsula carecen de desperdicio. Cree que quedarán atrás sus penurias gastronómicas, aunque el doctor Pedro Recio Agüero no le deja abrir la boca y Sancho exclama: Más quiero hartarme de gazpacho que estar sujeto a la miseria de un médico impertinente que me mate de hambre. Para él es imposible aguantar la implacable dieta y cree que lo que aquel médico desea es que muera de hambre. El escudero tiene olfato de sabueso, mas de una vez se fue tras el olor que despedían de sí ciertos tasajos de cabra que hirviendo al fuego en un caldero estaban. El castigo del glotón es ver su apetito satisfecho antes de lo que él quisiera, sumido a continuación en el sopor y la torpeza. 

Sancho come aprisa y a dos carrillos, para saciar rápidamente su hambre. El desayuno descrito por el doctor Pedro Recio, con un poco de conserva y cuatro tragos de agua fría le parece pensado para quitarle la vida. Acostumbrado a pasar hambre se confina en su ínsula y adopta buenas maneras en la mesa: Aprendió a comer a lo melindroso tanto, que comía con tenedor las uvas y aun los granos de la granada.






Otros personajes de la novela opinan sobre la comida, como Teresa Panza: Que la mejor salsa del mundo es la hambre, y como no falta a los pobres, siempre comen a gusto. El canónigo recomienda para templar la cólera tomar un bocado y beber una vez. También los animales tienen hambre, al igual que sus dueños. Rocinante sufre grandes padecimientos porque su amo le exige grandes esfuerzos sin sministrarle el alimento necesario para ello. Para Rocinante y Rucio, toda ocasión es buena para ir a pacer juntos y alimentarse por su cuenta. 

Cervantes cita 88 alimentos en el Quijote, entre ellos pesados como el bacalao, el caviar negro, el curadillo, los peces de la laguna de Ruidera, las truchas, truchuelas, sardinas y arenques, las carnes, como el cabrito, carnero, gallinas, conejo, gallipavo, ganso, gullerías, lechones, jamón, liebre, novillo, palomino, perdices, pichones, pollo, ternera, tocino, torreznos asados y vaca, vegetales como aceitunas, ajos, cebolla, hierbas, nabos y zanahorias, legumbres como algarrobas, garbanzos, lenteja, cebada y trigo, frutas como avellanas, bellotas, granada, nísperos, nueces, pasas y uvas, guisos como albondiguillas, canutillos, cecina, duelos y quebrantos, además de empanadas, ensaladas, fruta sazonada, manjar blanco, matalotaje, carne de membrillo, migas con torreznos, olla podrida, salpicón, tasajo de cabra, torreznos asados y tortilla de huevos. No olvida los quesos manchegos de Trochón, requesón y la leche, así como el vino añejo, generoso y de Ciudad Real. También aparecen el pan, la sal, la pimienta, los ajos y el aceite. Un completo inventario de la alimentación de los hombres del Renacimiento español.

Es difícil reunir en un texto tal cantidad de logros y aciertos, de aportaciones que sirvieron para consolidar la novela moderna. Es una novela monumental e insuperable, con hallazgos que siguen sorprendiendo a sus lectores, estudiosos y críticos. A sus muchos méritos ne haber puesto en escena dos personajes arquetípicos, el idealista hidalgo y el rústico socarrón, unidos por las locas aventuras a que les conducen las fantasías de Don Quijote. Como interés adicional cabe mencionar el contenido relacionado con la salud, las noticias sobre las enfermedades y sus remedios, las observaciones sobre la comida, los sueños, las costumbres sexuales y sus desviaciones, las heridas, los locos y gigantes, los enanos y los médicos. El resultado es un fresco único sobre la España de su tiempo. 

A través de la obra de Cervantes la cocina manchega del Siglo de Oro se presenta como una herencia cultural vastísima, rica y viva, puesto que sigue evolucionando hoy, más de cuatrocientos años después de haber sido relatada en la obra cumbre de la literatura hispánica. 




sábado, 21 de septiembre de 2013

Leonardo da Vinci: de buenos modales y otras hierbas....



Leonardo da Vinci (1452 - 1519), el gran genio artístico del Renacimiento, fracasó en lo que se cree fue siempre una de sus grandes pasiones: la cocina. Su afición por la cocina puede que le viniera de su padrastro Piero de Vaca, repostero de profesión. Se adelantó a su tiempo creando nuevas recetas y proyectando nuevos tipos de ingenios mecánicos. Desde muy joven para completar los pocos ingresos que le procuraban los encargos de Verrocchio trabajó sirviendo comida en la taberna Los Tres Caracoles junto al Ponte Vecchio en Florencia, de la que dirigirá la cocina en 1473 tras la muerte de todos los cocineros por envenenamiento. Las grandes innovaciones que introduce en la cocina no son comprendidas por sus clientes habituales lo que lo obliga a dejar el cargo a fin de salvar su vida. 

Con su amigo Sandro Botticelli, inaguró más tarde, tras el incendio de Los Tres Caracoles, en el mismo lugar y con el nombre de La Enseña de las Tres Ranas de Sandro y Leonardo otra taberna pero sin mayor éxito al negarse el mundo elegante de Florencia a las nuevas innovaciones culinarias. Deprimido por su fracaso abandona Florencia y se dirige a Milán donde es nombrado jefe de maestros de festejos y banquetes de Ludovico el Moro, señor todopoderoso de Milán. Allí empezaron a hacerse famosas sus recetas e inventos para la cocina y empieza a escribir las anotaciones que forman el Codex Romanoff. Inventor de la servilleta, pocos conocen que fue un ferviente vegetariano. Nunca dejó de interesarse por la cocina, su gran pasión incomprendida. Prueba de ello es que los últimos tres años de su vida, hasta su muerte en 1519, los pasó entregado a este arte en Clos-Luce, a orillas del Loire, protegido por Francisco I. 

El interés de Leonardo no tenía límites. Sobre los buenos modales escribió: 

  • Ningún invitado se deberá sentar encima de la mesa, ni de espaldas, ni en la falda de otro invitado
  • No deberá poner su pierna encima de la mesa
  • No pondrá para comer su cabeza en el plato
  • No tomará la comida de su vecino sin pedirle permiso antes
  • No colocar´trozos de su propia comida masticados a medias en el plato de un vecino sin primero preguntarle
  • No limpiará su cuchillo en la ropa de un vecino
  • No tallará sobre la mesa con su cuchillo
  • No pondrá comida en la mesa de su bolso, ni en su bota para comerla después
  • No limpiará su armadura en la mesa
  • No morderá la fruta y la devolverá a la fuente
  • no escupirá frente a él ni tampoco a un costado
  • No pellizcará ni golpeará a su vecino
  • No dará codazos ni hará ruidos con la nariz
  • No tocará el laúd ni otro instrumento que pudiera molestar a un vecino (a no ser que se lo pida mi Señor)
  • No cantará ni hará discursos, ni gritará, ni dirá acertijos obscenos si a su lado hay una dama
  • No conspirará en la mesa
  • No se tirará encima de su vecino en tanto esté sentado a la mesa
  • Alguien educado no se suena la nariz en la mesa



Ideas y recomendaciones realmente interesantes y divertidas de Leonardo para los vegetales son: 

  • Zanahorias: El mejor modo de preparalas es cocerlas bajo las brasas, limpiarlas, cortarlas en dados y aliñarlas con aceite y vinagre, algo de vino tibio y miel o hierbas. No son muy alimenticias, pero sí calmando los trastornos biliares y como decoración para una simple polenta
  • Espárragos: los bastones de espárragos hervidos y condimentados con aceite, pimienta y sal, harán brillar sus ojos, curarán su hinchazón de estómago y otros padecimientos internos, así como de dolor de espalda y muslos y producirán un suave efecto laxante. Pero no deben abusar de ellos, ya que pueden producir úlceras de vesícula. Y tenga siempre un poco de jugo de espárragos para ofrecer a sus invitados si alguno de ellos se quejara de haber sido envenenado
  • Lechuga: La lechuga, debido a que posee gran humedad, abre el apetito y por ello no se la debe servir como primer plato, a no ser que su despensa está bien provista. Algunas lechugas cocidas en aceite demostraron ser muy buenas para calmar la tos, así como laxantes, sin embargo si se las ingiere en grandes cantidades y muy frecuentemente pueden ser nocivas para la vista. La lechuga es asimismo una gran enemiga del insomnio. Ganará un buen descanso si consume grandes cantidades de lechuga cruda antes de irse a dormir. Después de un día muy atareado, suelo hervir grandes cantidades para extraerle el jugo y lo bebo para conseguir un más tranquilo reposo
  • Radicheta: Sus raíces, rayadas y aliñadas con aveite, sal y vinagre obran como afrodisíacos y son buenas también para las bocas pestilentes, enfermedades contagiosas, intoxicaciones y para el sufrimiento
  • Malva: Es uno de los vegetales de mayor utilidad. Sus hojas pueden cocinarse como las de la espinaca (crudas son un eficaz antídoto contra picaduras de avispas y arañas). Sus tallos pueden cocinarse como los espárragos. También sus flores pueden comerse, pasados por huevo y luego fritas (son muy eficaces contra la hinchazón: Según Leonardo, beber jugo de malva sirve de protección contra los trastornos biliares, así como contra los síntomas que llevan a la locura. 



También se interesó por las hierbas y sus propiedades medicinales. He aquí una pequeña selección: 
 
  • Anís: Otorga al alimento un perfume interesante y ayuda a curar los dolres de cabeza, gracias a la fuerza de sus vapores
  • Amapola: Picados y agregados al vino, los tallos de amapola blanca son buenos para aquellos que sufren de elefantitis. Hacen disminuir de tamaño las regiones afectadas y reducen el dolor. Para las personas que sufren de insomnio y de ansiedad excesiva, lo que recomiendan es jugo de amapola roja
  • Coriandro: Mezcladas con vinagre y azúcar o con jugo de uvas y miel, sus semillas ayudan a combatir la molesta sensación en la cabeza que sufren aquellas personas qen gran medidaue consumen vino 
  •  Órégano: Si se lo bebe con agua caliente, el orégano alivia la indigestión y calma los retorcijones. Agregado en el vino es eficaz contra el veneno de escorpiones y arañas. 
  • Tomillo: Si se consume el tomillo en las comidas libremente, es bueno para aclarar la vista nublada, si se lo pica y mezcla con miel mejora el catarro, cura la ciática si se la mezcla con polenta y si se lo esparce en el piso aleja las sabandijas
  
 Cualidades de un buen confitero (una joyita)
 
En primer lugar debe tratarse de un hombre, dado que una mujer no podrá levantar una gran cantidad de mazapán.
En segundo, debe ser limpio, dado que notar la suciedad del confitero es muy desagradable para aquellos que están por probar sus creaciones. Tampoco debe llevar el cabello largo, ya que puede transferir a sus confituras algunos de ellos.

Finalmente debe tener estudios de arquitectura, dado que careciendo de conocimientos acerca de resistencias y pesos, no podrá realizar sus creaciones de modo tal que no se derrumban.

Para finalizar algunas de sus recetas:

Huevos rotos
 
Rompa los huevos, bátalos en un recipiente agregándoles un poco de leche o agua, algo de queso rallado, una pizca de manteca o aceite y una de pimienta y sal. Cocínelos por no más de un minuto revolviéndolos constantemente. Si desea colorearlos , añada un poco de remolacha.
Empanadas
 
Sé que este plato es consuumido por los que trabajan en las montañas o en los campos, y que lo llevan desde sus hogares y los alimentos por todo el día.
Se corta una capa de polenta en trozos de veinte por diez centímetrosy se la hornea. Luego se toma cada trozo y se le hace una ranura, por la cual se la rellena con una mixtura de ciruelasd en dados, avellanas ralladas rociadas con nueces y almendradas, pequeños trozos de carne de cerdo y una cantidad igual de queso de cabra.

En muchas ocasiones, he estado pensando acerca de las ventajas quer posee este plato, que le permite a la persona alimentarse mientras  continúa su trabajo con la otra mano

Sus pensamientos acerca de la carne y el pan fueron geniales:

He pensado en colocar una rodaja de pan en medio de dos rodajas de carne.... ¡Cómo llamaré a este plato?

Estuve meditando un poco más acerca de la carne y el pan. ¿Que ocurriría si colocara un trozo de carne en medio de dos rodajas de pan? ¿Como llamaría a este plato?
 
Leonardo fue un adelntado para su época, un verdadero hombre del Renacimiento que revolucionó con sus ideas, su genialidad y sus inventos desde la pintura hasta la gastronomía. Es ahora, siglos después de su muerte que la verdadera dimensión de sus escritos, en este caso sus deliciosos e ingeniosos Apuntes de Cocina sale finalmente y de manera triunfal a la luz